Nuestros Cuerpos son Máquinas Perfectas
Igual damos a luz, que nos adaptamos a los cambios, que enfermamos y sanamos. El cuerpo enferma para hacerse más fuerte, más inmune al pasar la enfermedad. Pero desde que la Medicina moderna, o la Medicina tal y como la conocemos ahora, ha tomado cartas en el asunto y protagonismo absoluto, la alta tecnología y los químicos, ya sean medicinas, vacunas, etc., han sustituido esa capacidad del cuerpo de sanar por sí mismo. O de dar a luz por sí mismo.
Muchos millones de euros, muchas campañas publicitarias, e incluso la obligatoriedad de pagar un sistema de salud con este tipo de medicina de base, hacen de esta forma paliativa de sanar algo principal. Es uno de esos poderes con los que hoy en día se nace y no se cuestiona. Y es un buen servicio a la sociedad porque gracias a ella se salvan muchas vidas. Pero, ¿no estamos dejando demasiado en manos de [email protected]?
La Medicina moderna cura, eso es indudable: gracias a ella muchas enfermedades han sido erradicadas y otras muchas tienen cura. Pero muchas de sus curas tienen efectos secundarios muy graves que muchas veces o se pasan por alto, o no se estudian lo suficientemente (como en el caso de las vacunas y las intervenciones obstétricas) o se aceptan como “un mal menor”. Muchas formas alternativas de cura son mucho menos agresivas e incluso inocuas pero al igual que en la Edad Media son perseguidas, juzgadas y castigadas por esta Medicina todopoderosa. Algunos mé[email protected], afortunadamente, son abiertos, tolerantes y poseen ese espíritu científico que se da por su puesto en gentes de ciencias, recomendando, formándose e incluso impartiendo alternativas menos agresivas.
Y, al igual que muchas enfermedades han desaparecido gracias a esta Medicina, otras muchas han aparecido, muchas de tipo crónico como la Hipertensión, la Artritis, la Dermatitis… No quizá como consecuencia directa de la Medicina pero sí por ese poder, por ese “delegar en otros”, por la falta de responsabilidad en la salud propia. Y aunque es indudable que existen factores ambientales y genéticos que determinan ciertas enfermedades, hay una gran parte de factores que nos corresponde a cada [email protected] de [email protected], de los que somos ú[email protected] responsables.
Tener buena salud no implica no tener enfermedades. La Organización Mundial de la Salud define la Salud como “un estado completo de bienestar físico, psíquico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad”. Eso quiere decir que si cuido mi cuerpo, cuido mi mente y cuido el ambiente en el que me muevo es muy probable que esté [email protected], aunque enferme ocasionalmente.
Pero si trabajo 12 horas diarias, me rodeo de gente que me maltrata física o psíquicamente, como todos los días grasas cárnicas o no hago ejercicio, es muy probable que enferme. Sólo uno de estos factores puede ocasionar que enferme, ni siquiera necesito todos a la vez. Y los hay que los tienen todos.
Al ir al médico tradicional encontramos una respuesta automatizada en forma de tratamiento o medicina, pero no un análisis del porqué. Normalmente tomamos nuestra medicina y seguimos con el mismo tipo de vida. Olvidamos que cuando el cuerpo enferma es que algo en nuestra vida no funciona como debiera.
Tomar las Riendas de tu Salud Implica ser Consciente de lo que te Rodea y de lo que Tú Rodeas/Quieres para Ti
Durante el embarazo se ve claramente cómo las futuras mamás/papás se dejan hacer y siguen a pies juntillas lo que el mé[email protected] o ginecó[email protected] les ofrece. Y normalmente el médico/ginecólogo tiene muchas pacientes, no dispone de mucho tiempo y previene antes que cura:
- manda vitaminas antes de que haya deficiencias (aún habiéndose comprobado que es tan malo un exceso como una carencia)
- pone a dieta a mujeres que están cerca del límite de tener glucosa (en vez de aconsejarles llevar una vida más sana) o que les parecen que están gordas (lo hacen un poco a ojo porque es extremadamente difícil calcular lo que pesa cada componente en un embarazo: bebé, líquidos, grasas…)
- prohíbe determinados alimentos (en vez de explicar riesgos y alternativas)
- e incluso menosprecia si la pareja tiene planes alternativos a las anestesias para dar a luz como la hipnosis, etc.
Claro que hay profesionales que no hacen esto. Pero hay [email protected] que sí. Y es difícil tomar las riendas de tu propia salud si la dejas en manos de [email protected] y no preguntas el porqué.
No estoy diciendo que no confíes en lo que te dice tu profesional de la salud, sino que confíes en tu cuerpo, que lo cuides, que seas responsable y consciente de cómo vives, para que los diagnósticos sean lo más reales y positivos posibles y así minimizar los efectos secundarios.
Si no eres responsable de tu cuerpo y tu salud no lo serás de [email protected] Si no sabes leer los signos que tu cuerpo te manda no podrás descrifar los que te mande tu [email protected] Cuántas veces se va al Pediatra porque el “niñ@ no come” o porque “no duerme”… y otros muchos motivos que no son, en la mayoría de los casos ningún trastorno médico, y sí un trastorno de empatía entre padres e [email protected], un trastorno de responsabilidad, acercamiento y amor.
Imagen: matthileo
Muy buen artículo. Gracias.
Gracias a ti, Isa, por leerlo 🙂 Besos