Una madre que sufrió una cesárea con su primer hijo me cuenta que lo pasó mal, que tuvo periodos de tristeza y hastío, y que llegó a pensar en deshacerse de su bebé cuando veía cuchillos. Esta madre no está loca ni es menos madre que aquella que da mimos a su bebé desde el primer día. Está mamá tiene lo que se llama indicio de depresión posparto. Antes no se reconocía como enfermedad. Ninguna madre puede llegar a “odiar” a su hijo de esa manera. No es socialmente aceptable. Sin embargo el mundo animal nos da muestras de lo contrario. Observa a una gata que tiene una camada. Si nacen más gatitos que tetas tiene la gata, o si nacen en un ambiente hostil, o si la madre está enferma…la propia madre mata a sus crías. Y lo hace porque las quiere. No quiere que sufran.
Afortunadamente el ser humano puede pensar y controlar esos impulsos pidiendo ayuda. Pero para ello necesita reconocer que tiene el problema y ser capaz de expresarlo a otros.
Hoy en día puedes encontrar un psicólogo o un psiquiatra en cualquier hospital de maternidad, trabajadores sociales y cualquier profesional de la salud puede aconsejarte sobre qué caminos seguir. No tengas miedo. Es normal. No eres rara. Hay muchas mujeres como tú.
Las razones de esta depresión son variadas: hormonales, sociales, afectivas…La cura pasa por tratamiento y paciencia. El apoyo de familiares y amigos durante este periodo es esencial. Como en cualquier otra dolencia, es decisivo que los demás comprendan y ayuden a que mejores.
El ámbito social es fundamental. Como ya hemos hablado hoy en día las madres tienen que trabajar, pesar 50 Kg, parir sin esfuerzo y sonreír en las fotos como si nada hubiera pasado a los pocos días de salir del hospital. Esto es irreal y supone un esfuerzo supremo. Muchas mujeres incluso no se sienten vinculadas con su bebé hasta que no pasa un tiempo. Las mujeres que sufren cesárea por ejemplo tienen los mecanismos hormonales del parto totalmente trastocados por la ruptura del proceso de parto natural. Hablaremos de las Cesáreas más adelante. Por ahora sólo quería decirte que:
- es normal tener algunos o muchos días de especial sensibilidad emocional,
- que cada mujer es distinta,
- que no eres una asesina ni una mala madre porque sientas que no puedes con el peso de la maternidad,
- que se puede tratar y esto es lo importante, que pidas ayuda y que te dejes ayudar,
- que huyas del que menosprecie tus sentimientos o los infravalore,
- que vas a ser y eres la mejor madre del mundo, que el proceso no es fácil pero que vas a encontrar el camino.
La depresión puede darse también durante el embarazo. Si tienes antecedentes familiares o has estado deprimida antes, tienes más posibilidades de volver a estarlo. Aprovecha la ciencia. Busca ayuda. Habla con otras mamis y amigas. Hay miles de caminos para salir adelante.