A veces nos cuestionamos sobre la importancia del lenguaje, el saber expresar bien lo que queremos decir así como expresarlo correctamente es importante. Pero pocas veces nos paramos a analizar las palabras que usamos, el significado que conllevan no ya explícito, sino implícito.
Hoy conocemos que la mente reacciona al lenguaje con emociones.
Si voy a dar a luz a un bebé y le llamo “parir” a esa acción estoy queriendo decir según la Academia de la Lengua que parir es (Del lat. parĕre).
1. intr. Dicho de una hembra de cualquier especie vivípara: Expeler en tiempo oportuno el feto que tenía concebido. U. t. c. tr.
Parir es “expeler” un “feto”. Aunque usamos sin parar, yo la primera hasta hace muy poco, el término “parto”o “parir” para referirnos al nacimiento de un ser humano, no es lo más adecuado. Si cambiamos el lenguaje que rodea al nacimiento, cambiamos la forma en la que nos sentimos hacia él. ¿Qué nos hace sentir una “contracción”? ¿y un «pujo» ?
Prueba cambiar estos términos:
parto/nacimiento
contracción/ola
pujo/respirar el bebé al exterior
feto/a punto de nacer-recién nacido
pacientes/padres
canal de parto/camino de nacimiento
moco sangriento/sello uterino
romper las aguas/liberar membranas
dilatación/nacimiento en camino
periodo expulsivo/proceso del nacimiento
complicaciones/situaciones especiales
y así un largo etcétera. En este blog no volverás a leer ningún término que conlleve pensamientos negativos o que induzca miedo. Te invito a que hagas tu propia lista y que cambies todo aquello que no te guste por otras palabras que te hagan sentir mejor. Verás con agrado que poco a poco eliminas miedos y angustias.
Las lenguas del mundo son ricas en términos. Busca los que más te gusten. Se trata de mimar a la mente y con ella se mima al cuerpo y con el cuerpo se mima al bebé.
Y lo mismo deberíamos hacer con todo en esta vida. Si nos referimos a la crianza podemos hacer lo siguiente:
dominar a un niñ@/guiar a un niñ@
ver pero no oir/escuchar, respetar
hazlo porque lo digo yo/hagámoslo juntos
autoritario/democrático
figura autoritaria/líder con experiencia
poder/influencia
presión/estimulación
exigir/ganar cooperación
imponer/permitir autodeterminación
Nuestro logro como padres es su independencia como persona.
El poder de las palabras es ilimitado, el lenguaje nos hace comprender el mundo. Positiviza el tuyo.
Es un regalo para ti, tu bebé y para cualquier persona.
Hola Raquel, me alegra veros de nuevo por aqui con vuestros articulos.
Anoche lei este articulo y me acoste pensando en el. Es verdad que el lenguaje esta lleno de sentimientos, y que con las palabras que utilizamos expresamos muchas cosas.
Sin embargo, creo que el lenguaje es un metodo de expresion, de comunicarnos con los demas, y por mucho que «romper aguas» suene a «romper=dolor», es la forma es como todos lo conocemos. Liberar membranas, aunque no sea un tecnicismo, puede sonar un poco pedante si lo vamos utilizando por ahi con los demas(y no somos profesionales de esa materia).
A parte de eso, para poder aislar las palabras de sentimientos, necesitariamos antes un cambio de pensamiento o, mas bien, de actitud. En realidad, tampoco tengo muy claro que vendria antes, el huevo o la gallina? Si cambiamos el «vocabulario», nos lleva a un cambio de actitud? Y si cambiamos nuestra actitud y miedos, daria igual que palabras utilizamos?
En cuanto a la educacion de un niño, a veces pienso que hemos evolucionado mucho sobre la crianza de anteriores generaciones y me gustaria pensar que palabras como autoritario, poder, etc. ya no se utilizan en las familias, o en la mayoria de ellas.
Me parece un tema muy interesante, en el que no habia pensado antes. Aunque, sinceramente, no me veo de «nacimiento» y diciendo ya estoy sintiendo las «olas», jaja
Un beso fuerte!
Gracias Belén. La Psicología Educacional y la Neurociencia actual han demostrado en numerosos estudios que la mente humana se rige por unas leyes: la Ley de la Respuesta Psico-física (por ejemplo cuando oyes un ruido intenso se cierran tus ojos), la Ley de Motivación (lo que quieres y crees es lo que consigues), la Ley de Atracción Armoniosa y La Ley de Repetición. Estas dos últimas se basan en el lenguaje.
Cuando un individuo está expuesto a determinadas palabras o expresiones a lo largo del tiempo y de forma repetitiva termina por asumirlas. Se ha demostrado así por ejemplo que si alguien te dice de pequeñ@ que eres muy [email protected] terminas asumiendo que lo eres. Lo mismo sucede al contrario. Y da igual las evidencias: asumes lo que has escuchado repetidas veces.
Por eso escribí este artículo para que [email protected] [email protected] madres o padres destierren el lenguaje negativo y dañino que rodea al nacimiento de los seres humanos y los cambien por otros más positivos. A mí personalmente las contracciones me parecen olas porque tienen la misma forma: vienen despacio, suben, se mantienen, flotas en ellas y luego se van hasta que viene la siguiente. Para otra persona puede significar otra cosa. En realidad lo que propongo es un ejercicio: que cada [email protected] elija sus términos positivos.
Si «liberar membranas» te parece técnico, puedes usar la expresión que mejor convenga a tu subconsciente, algo lleno de alegría y vida, que es lo que sucede cuando se liberan. Los nacimientos son celebraciones de vida.
Gracias por tu comentario.