Llegué a Sheila Kitzinger a través de Birth Crisis, un libro que pone de manifiesto las verdaderas necesidades de la mujer tras un nacimiento traumático o poco respetado y éstas, como podrás imaginar, no son fármacos, o etiquetas, o siglas… La mujer necesita escucha activa, alguien que esté ahí. Así de sencillo. Y de difícil.
A veces he imaginado que pasaría si a toda la población que le administran Prozac u otros ansiolíticos/calmantes/antidepresivos les dejaran llorar. Y les escucharan mientras lloran, sin poner adjetivos, sin sacar conclusiones. Probablemente podrían formar un río de lágrimas más grande que el Tajuña.
Dejamos llorar a los bebés pero no dejamos que las mujeres lloren cuando han dado a luz a base de insultos («no es para tanto, eres cobarde»), violencia («¡empuja, es que no sabes empujar!») y otros abusos.
Llora, grita, aúlla, cuenta, expresa. No necesitas fármacos. Necesitas un oído amigo y amable. Nada más y nada menos
Un placer, ofreceros a la Sra. Kitzinger en vivo: